Iván Moratinos Corredor de Motocross
Hay deportes en los que el riesgo es inevitable. Más aún en algunas prácticas donde el nivel de exigencia es tal que muchas veces se cruzan los límites de lo razonable. Iván Moratinos es un joven piloto cántabro que está considerado como uno de las promesas más firmes del mundo del motocross. A sus trece años ya sabe lo que es subir al podio como campeón del norte de España o Cantabria, incluso ha llegado a correr en un mundial de su categoría.
Iván Moratinos entiende que el motocross es una modalidad que le llena y le permite sentirse realizado. «Siempre me ha gustado. Desde pequeño, las motos eran mi pasión y quise tener una para mi. A los cinco años tuve la primera y a los ocho ya comencé a entrenar para entrar en la competición a los once», evoca. «Creo que se me da bien y por eso he sido campeón del norte de España, del Campeonato Cántabro-Astur y de Cantabria de 65 cc. Cuando pase de categoría a 85 cc también quedé primero. Y en la competición de Red Bull fui sexto, termine noveno en el Nacional, y mientras, en el campeonato del Mundo en Bélgica logre finalizar el vigésimo octavo», resume sobre su grueso palmarés.
 Este joven piloto entiende que en la prueba del mundial, los planteamientos de los pilotos son muy diferentes. «Hay que estar muy atento desde la salida, en este tipo de carreras lo único que importa es la victoria, los medios que utilices no se tienen en cuenta. Puedes estar en el aire y recibir un empujón o te rozan para tirarte. Desde la salida todos los participantes van a gatillo y al menor descuido te vas al suelo».
Iván cuenta con una exitosa trayectoria que también le han dado más de un disgusto al rodar por el suelo; algo que no le aparta de mantenerse con una notable ilusión por subirse a la moto. «Las caídas son algo normales en este tipo de deportes. Recuerdo en Haro que tuvieron que trasladarme al hospital por una herida en el codo, pero volví para subirme a la moto y conseguir ganar esa manga. En otras ocasiones he tenido la mala suerte de tener averías, pero me he superado y he logrado terminar doblando hasta el segundo clasificado», recuerda. «Mucha gente dice que tras una caída pienso en retirarme de la competición; pero no es cierto. No me asusta caerme de la moto, y seguiré en esto siempre porque es mi mundo».
Este joven piloto no oculta que su deporte es caro y que está muy agradecido a los patrocinadores, ya que sin ellos no sería posible seguir. «Tengo cinco motos para la temporada de las que normalmente utilizo dos. Mis patrocinadores son KTM Cantabria, Motoboy, Lamborghini Tegor, Ayuntamiento de Piélagos, Gimnasio Moratinos, Dunlop, Airok, Okle, Alpinestar y Answer. Gracias a ellos y a otros que me ayudan también puedo competir».